sábado, 29 de noviembre de 2014

Entrevero

07:30 de la mañana, Montevideo, una noche larga en vela.
 Cuando ni el cansancio logra vencer a los fantasmas que acorralan la mente y el ansia por el final de la noche se hace mas urgente que la necesidad de soñar, te levantas y decides que es un buen momento para comenzar a organizar el resto de tu vida.
Quienes me conocen saben que es cuando calzo mis deportivas y salgo a caminar, acompañado de mis cigarrillos, ya no temo al cáncer se seguro que no sera eso lo que me mate, emprendo la marcha al mejor estilo de un Forrest Gump hispanohablante.
No haré el relato típico de "la ciudad se despierta lentamente en un manto de silencio" entre otras cosas porque esta ciudad en concreto no duerme, solo ralentiza su ritmo unas horas y porque seria demasiado cursi hasta para mi.
Paro un momento para escribir(divagar chorradas) esta lineas en una plaza emblemática, la del "entrevero", el fresco de la mañana ayuda a despejarme aun mas aquí, los pocos ocupantes a estas horas de este espacio son unas parejas trasnochadas abrazándose y soñando cada uno con que ese momento sera eterno y que el futuro deparara a cada uno lo que espera del otro en ese momento. 
A mi lado un can de raza indescifrable se sienta y tuerce su cabeza como en un gesto de incomprensión mientras me mira . 
Delante mío un amasijo de personajes humanos y animales tallados en bronce reflejando el fragor de una batalla, eternamente, como si nunca fuese a terminar, como si acabada la misma ya nada tuviese sentido. 
Al fin y al cabo todo se reduce a eso, que nos queda cuando ya no queda por que luchar, que sentido o valor tiene el trascurrir sin mas.
Que valor tienen los afectos si no se batalla cada día por mantenerlos, de que sirve una libertad que no es ganada si no concedida. 
Las lanzas que asoman entre el amasijo comienzan a proyectar su sombra sobre los amantes, mi compañero cánido se aleja luego de un rato y busca la atención de otros amanecidos. Al caminar hacia una esquina de la plaza me encuentro con una placa que conmemora el momento y lugar en que en 1973 otro amasijo de gente se congregaba para protestar contra el atropello a sus libertades como pueblo.
No era de esto de lo que había empezado a hablar, pero gracias por escuchar, he resuelto ya una parte de lo que había salido a buscar.
Yo he decidido luchar eternamente, otros les basta con sentarse a esperar, pero para mi si tendrá sentido.
El Pibe.