jueves, 5 de febrero de 2015

Atardecer

Atardecer
Sentado en la acera
Busco en el horizonte.
Tu figura recortada en el poniente. 
La luna asoma a mi espalda.
Mi mente me juega malas pasadas.
Te intuyo sin verte.
Te escucho sin que me hables.
Te siento sin que me toques.
Siento tu aroma en el aire.
Eres sombras, rumor y el dulce aroma
de la Dama de la Noche
Mi piel se eriza presintiendo tu respiración.
La brisa me envuelve y me estremezco.
La luz tenue y cálida, del ocaso estival estimula mis sentidos.
Es solo una ilusión
Un sueño en mi vigilia
Bendición o condena.
No quiero cuestionármelo.
Prefiero disfrutarte ahora.
Que cuando la conciencia me atrape,
Sufriré dulcemente.
El Pibe

y, si?

Y si me muero mañana?
Y si te mueres mañana?
Y si nos parte un rayo?
Y si el mundo deja de girar?
Y si la vida deja de existir?
Y si el sol se apaga?
Y.......si llegamos a nuestro lecho de muerte y nos damos cuenta que no hemos sido felices por miedo a vivir
....?
El Pibe

miércoles, 4 de febrero de 2015

Que nos esta pasando?

Que nos esta pasando?
 Tenemos vergüenza de ser solidarios, amables, cercanos ?
 O a caso, no reconocemos ya en la multitud a nuestros semejantes?
 La empatía ya no es una capacidad humana? O es que esta sociedad de consumo, que nos han vendido como la "del bienestar", ha anulado totalmente nuestra sensibilidad? Recuerdo, y asumo que me tildaréis de arcaico, una época desgraciadamente larga, en que nuestra sociedad vivió la represión absoluta de la libertades individúales, en la que no éramos dueños de siquiera poder reunirnos a placer sin pedir permiso para ello, en la que algunos temas no solo eran tabú, si no que se consideraban un delito. En la que la pobreza y el hambre era la normalidad, y tener la necesidades básicas cubiertas un lujo de pocos.
 Pero eramos dignos, solidarios, y cercanos. Nos sentíamos parte de un conjunto, aunque quisieran separarnos.
 Hablamos aunque quisieran callarnos, y no dábamos vuelta la mirada ante la presencia del sufrimiento.
 En ese entonces yo sentía orgullo. Orgullo de pertenecer a ese grupo humano conformado por aquellos que nos identificaba no solo un documento y el haber nacido al oriente de un rio, orgullo de ser parte de una nación que se negaba a doblegarse.
 Pero esto no es exclusivo. La fortuna de haber vivido en otras tierras me ha hecho ver que es un patrón, el bienestar nos encapsula en nuestras posesiones, en nuestra burbuja de comodidad.,
 Pero la ilusión del retorno me hizo idealizar,contemporizar ese recuerdo.
 Eso solo un recuerdo.
 Me estrello una vez más contra la muralla de la sociedad del bienestar, en la que a pesar de tener un sistema solidario, que vela por ella, el individuo a perdido la capacidad de empatizar con su semejante.
 Ya no nos callan, nos callamos.
 Ya no nos prohíben reunirnos, estamos muy ocupados para ello.
 Ya no nos marcan tabúes, preferimos no hablar de ellos.
 Nuestras necesidades están cubiertas, para que vamos a preocuparnos por las de los demás.
 El sufrimiento no es la moneda diaria, si lo percibimos damos vuelta la mirada, no sea cosa que nos vaya a doler y tengamos que hacer algo.
 Despierta Sociedad!!!! donde quedaron aquellos, que se sentían Hermanos?
 El Pibe