que soy si no lo digo?
siento, si callo?
amo, si no lo digo?
vivo, si no lucho?
hambriento de afecto
callo para no alejarte
cierro los ojos para no ver
me alejo para volver
en caminos que no terminan
sendas que no conducen
mas que de regreso a vos
espero, me ilusiono
sueño con estar en los tuyos
me aturdo para evitar
ver que no me ves
tu, me sabes ahí
al lado tuyo
sin restricciones
penosamente incondicional
sin representar un reto
esperando
soñando
muriendo poco a poco
de repente despierto
respiro, siento
quiero que lo veas
no son reproches
son las ansias de estar vivo
otra vez me alejo
pero ya no puedo
vivir sin luchar
ver y callar
sentir sin decir
no pretendo que lo entiendas
no espero que lo veas
no anhelo que lo sientas
solo escribo para recodarme
que aun estoy vivo
que siento
que veo
que no soy solo un personaje
de tu vida y nada mas
El Pibe
martes, 15 de abril de 2014
jueves, 10 de abril de 2014
Reivindico a los piropeadores
Reivindico a los piropeadores
a la gente que te llama por la mañana, te deja una nota o te envía un mensaje deseándote un buen día
a los que cuando te ven te regalan una sonrisa por la mañana
a quienes se esfuerzan por que sientas que tu sola presencia es un regalo para ellos
a los niños, que te dan el buenos días y el beso mas tierno que te da fuerzas para seguir
a los días espléndidos, que no es necesario que tengan sol
al café de la mañana con charla, sonrisas y demostraciones de afecto.
a quienes te recuerdan cada vez que pueden que estas aquí por algo y sonríen.
al buenos días papi o mami restregándose lo ojos aunque toque ir a la escuela.
la vida empieza cada día al levantarse, no le demos una bofetada. Pongámosle un café y una sonrisa.
buenos días a todos, todos los días
El Pibe
a la gente que te llama por la mañana, te deja una nota o te envía un mensaje deseándote un buen día
a los que cuando te ven te regalan una sonrisa por la mañana
a quienes se esfuerzan por que sientas que tu sola presencia es un regalo para ellos
a los niños, que te dan el buenos días y el beso mas tierno que te da fuerzas para seguir
a los días espléndidos, que no es necesario que tengan sol
al café de la mañana con charla, sonrisas y demostraciones de afecto.
a quienes te recuerdan cada vez que pueden que estas aquí por algo y sonríen.
al buenos días papi o mami restregándose lo ojos aunque toque ir a la escuela.
la vida empieza cada día al levantarse, no le demos una bofetada. Pongámosle un café y una sonrisa.
buenos días a todos, todos los días
El Pibe
La boda
La Boda
Campanas que doblan
repícan sin parar
a quién llaman,
quien vendrá
campanas de duelo
reclamo de dolor
el amor será imposible
el cuerpo frío de los amantes
que ya no llegarán al altar
esa iglesia engalanada
para una boda truncada
en capilla ardiente convertida
reunirá a los amantes
cuyos votos no pronunciarán
un compromiso sin sellar
un amor sin consumar
los dos cuerpos reunidos
delante de ese altar
la muerte los ha reunido
la pasión no tendrá lugar
una curva traicionera
una distracción fatal
reían en ese instante
soñaban con el día anhelado
encontraron ambos cuerpos
fundidos en un abrazo
terminaron juntos sus vidas
como soñaban comenzar
nadie sabrá sin embargo
que otra vida no llegó
ese fruto del amor
en la lapida no tendrá mención.
doblan las campanas
ahogan el llanto de los dolientes
ya no se celebrara la vida
la muerte ha vuelto a ganar
El Pibe.
Campanas que doblan
repícan sin parar
a quién llaman,
quien vendrá
campanas de duelo
reclamo de dolor
el amor será imposible
el cuerpo frío de los amantes
que ya no llegarán al altar
esa iglesia engalanada
para una boda truncada
en capilla ardiente convertida
reunirá a los amantes
cuyos votos no pronunciarán
un compromiso sin sellar
un amor sin consumar
los dos cuerpos reunidos
delante de ese altar
la muerte los ha reunido
la pasión no tendrá lugar
una curva traicionera
una distracción fatal
reían en ese instante
soñaban con el día anhelado
encontraron ambos cuerpos
fundidos en un abrazo
terminaron juntos sus vidas
como soñaban comenzar
nadie sabrá sin embargo
que otra vida no llegó
ese fruto del amor
en la lapida no tendrá mención.
doblan las campanas
ahogan el llanto de los dolientes
ya no se celebrara la vida
la muerte ha vuelto a ganar
El Pibe.
Solo y con la luz de una estrella en las manos
Solo y con la luz de una estrella en las manos.
Amancio Pena, a lomos de su alazán, cabalgaba lento hacia ningún lugar pero sabedor de su destino.
En la Pampa, el viento arrecia, la noche avanza sigilosa como un puma al acecho. Lejos queda aun el siguiente poblado, Amancio y el alazán buscan refugio a la orilla de una cañada, entre los quebrachos una roca grande ofrece cobijo al viento, desmonta, quita el apero y en un remanso da de beber a su caballo mientras el se refresca la boca con un trago de ginebra.
De una tripa reseca, saca el último bocado de charque, mastica lento para matar el hambre, acompaña con la ginebra que es lo único que le dará calor, enciende un fuego chiquito, no quiere llamar la atención del malevaje.
La noche ya le enciende las luminarias del cielo, Amancio recuerda las historias del tata, de cómo Dios colgó las estrellas en el firmamento, se siente solo.
Hace tiempo que dejo la estancia, aquella china le perdió la cabeza, la última noche en “La Graciela” se jugó la suerte con el Pardo Viera, la china había estado jugando con los dos hombres y cada uno por su lado pretendía defender su honor. Salieron a relucir los fierros, aquello no iba a quedar en una simple trifulca, la rabia clamaba sangre, el corazón herido de esos gauchos exigía lavar con ella la ofensa. El primer tajo lo acertó el Amancio, el Viera se retorció en el dolor, en esas estaban cuando llego la autoridad y Amancio, hacedor de la primera sangre debió salir huyendo.
Esta fue la razón de encontrar a nuestro solitario en aquella llanura, reflexiona Amancio sobre lo sucedido. El Viera, se había criado en la misma estancia que el, en un rancho cerca del de su tata, habían compartido petizo para ir a la única escuela del pago, le había enseñado a trampear a las tabas pa´hacerse de un mango, las primeras borracheras, la primera pelea en el baile que Amancio logro sacar al Viera a lomos del alazán antes que los hermanos Pereira le hincharan la jeta. Pero compartir la china, eso no, el Viera era como su hermano, pero la china era suya “y de naides mas”
Solo, Amancio, sentado delante del fuego, con la única compañía de la botella y su alazán, junta las manos como en un rezo, le habla a su china mientras mueve nervioso los dedos, la soledad y la falta de respuesta de la que no está hace que le invada la angustia, desesperado sin poder conciliar el sueño se levanta, da un grito desesperado que se disipa en la noche inmensa de la Pampa, bebe el último trago de ginebra y se queda reflexionando, se dice que la va a olvidar pero no puede.
Alza las manos al cielo, la luz de una estrella se ilumina en sus manos y Amancio se pregunta “CHINA RENEGAA, POR QUE CARAJO NO ME RESPONDE LOS WHATSAPP? Puta carajo, no tengo señal”
El Pibe
Humilde homenaje a Fontanarrosa.
Amancio Pena, a lomos de su alazán, cabalgaba lento hacia ningún lugar pero sabedor de su destino.
En la Pampa, el viento arrecia, la noche avanza sigilosa como un puma al acecho. Lejos queda aun el siguiente poblado, Amancio y el alazán buscan refugio a la orilla de una cañada, entre los quebrachos una roca grande ofrece cobijo al viento, desmonta, quita el apero y en un remanso da de beber a su caballo mientras el se refresca la boca con un trago de ginebra.
De una tripa reseca, saca el último bocado de charque, mastica lento para matar el hambre, acompaña con la ginebra que es lo único que le dará calor, enciende un fuego chiquito, no quiere llamar la atención del malevaje.
La noche ya le enciende las luminarias del cielo, Amancio recuerda las historias del tata, de cómo Dios colgó las estrellas en el firmamento, se siente solo.
Hace tiempo que dejo la estancia, aquella china le perdió la cabeza, la última noche en “La Graciela” se jugó la suerte con el Pardo Viera, la china había estado jugando con los dos hombres y cada uno por su lado pretendía defender su honor. Salieron a relucir los fierros, aquello no iba a quedar en una simple trifulca, la rabia clamaba sangre, el corazón herido de esos gauchos exigía lavar con ella la ofensa. El primer tajo lo acertó el Amancio, el Viera se retorció en el dolor, en esas estaban cuando llego la autoridad y Amancio, hacedor de la primera sangre debió salir huyendo.
Esta fue la razón de encontrar a nuestro solitario en aquella llanura, reflexiona Amancio sobre lo sucedido. El Viera, se había criado en la misma estancia que el, en un rancho cerca del de su tata, habían compartido petizo para ir a la única escuela del pago, le había enseñado a trampear a las tabas pa´hacerse de un mango, las primeras borracheras, la primera pelea en el baile que Amancio logro sacar al Viera a lomos del alazán antes que los hermanos Pereira le hincharan la jeta. Pero compartir la china, eso no, el Viera era como su hermano, pero la china era suya “y de naides mas”
Solo, Amancio, sentado delante del fuego, con la única compañía de la botella y su alazán, junta las manos como en un rezo, le habla a su china mientras mueve nervioso los dedos, la soledad y la falta de respuesta de la que no está hace que le invada la angustia, desesperado sin poder conciliar el sueño se levanta, da un grito desesperado que se disipa en la noche inmensa de la Pampa, bebe el último trago de ginebra y se queda reflexionando, se dice que la va a olvidar pero no puede.
Alza las manos al cielo, la luz de una estrella se ilumina en sus manos y Amancio se pregunta “CHINA RENEGAA, POR QUE CARAJO NO ME RESPONDE LOS WHATSAPP? Puta carajo, no tengo señal”
El Pibe
Humilde homenaje a Fontanarrosa.
martes, 1 de abril de 2014
Esperanza
Esperanza
Esperanza,
anhelo
el niño en
su cama
espera la
mañana
espera a su
padre
otra vez en
casa
espera interminable
incertidumbre
de varios días
ya todo se
acaba
la enfermedad
ha remitido
Se duerme
sonriendo
se duerme
con ilusión
la noche le
abraza
como lo hará
su padre
a la mañana
siguiente
rodeado de
recuerdos
sueña feliz,
sueños de niño
Avanza la
noche sin sospechar
el rumor de
la calle se apaga
de pronto,
una ráfaga helada
entra en la habitación
unas manos gélidas
le acarician
con pena
suavemente
una voz
conocida, no
esperada
le despierta
de su felicidad
Rostros
acongojados
contemplan
su despertar
silenciosos
lo observan
nadie se
atreve a romper
el silencio
interminable
la angustia
le invade
Por fin,
llega un abrazo
no es amor,
es contención
una voz rota
le anuncia
lo que nunca
querrá aceptar
La mañana
soñada
el anhelo
feliz
no llegara jamás
esa noche el
destino
decidió cambiar
de rumbo
Un llanto
ahogado
termina de
despertarle
la realidad,
maldita realidad
le alcanza
como una daga
que destroza
su corazón
y aniquila
su infancia
El no volverá
seguirá en
su mente
pero no habrá
más recuerdos
ya no habrá más
momentos
que
almacenar en la memoria
ya no mas
con el.
Es la
primera lección
de una clase
interminable
sobre la pérdida
y el fin
el destino
no sabe de tiempos
no mas
recuerdos, ya todos están.
El Pibe
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