jueves, 8 de enero de 2015

Las maletas

El calor de la tarde agobiaba
Las maletas en la puerta esperaban
Ella, descalza, se movia por la habitación
El en un rincón, la miraba
Embelesado como siempre
Recordando su tacto, su voz
Las miradas apenas se cruzaban
Incrédulo, intentaba adivinar
El motivo de su agonia
Sin saber su delito
Sin derecho a defenderse
El veredicto: culpable
La condena, dictada
El timbre suena
El coche esta en la puerta
No hay despedida
Ella porque no quiere
El porque no acepta
Solo queda esperar que el tiempo
Traiga justicia, y que esta no sea ciega
El esperará paciente
Amando y viviendo con su consigna
Estar para y por ella
El amor no se condiciona
Ni espera nada a cambio.
Se da, aunque no se reciba
El Pibe

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