un artista del hambre desde el castillo infranqueable de
su genialidad,
negándose a ser el
comerciante de su propia obra hasta el final.
Quienes en la infancia le leímos, seguimos el camino a casa como niños en un paseo de campo,
como en un sueño, recreando en nuestra mente cada historia en el paseo repentino.
como en un sueño, recreando en nuestra mente cada historia en el paseo repentino.
Hoy que me siento el
pasajero de mi vida, con ese barullo
de mi mente, encuentro el mundo otra vez tan loco y sin sentido como en mi
infancia. El termino Kafkiano , muchas veces se quiere aplicar a lo
irreverente, fuera de lo común, que de normal puede tener este mundo que avanza
a cada vez más a convertirse en la colonia penitenciaria global.
El Pibe
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